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martes, 23 de febrero de 2010

Vuelva usted mañana y pasado y al otro...




LARRA

Fígaro de vuelta, 1809-2009


Para celebrar el bicentenario del nacimiento de Mariano José de Larra, el 24 de Marzo de 1809 en Madrid, la Biblioteca Nacional de España se convierte en el escenario de una merecida nueva exposición en su honor. La BNE abre sus puertas durante prácticamente dos meses a todo aquel que quiera conocer más detalladamente al que fue un controvertido escritor durante el romanticismo español y al que sigue siendo, hoy en día, el claro ejemplo del buen periodista.


La exposición, organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, se titula “Larra. Fígaro de vuelta”, haciendo referencia a uno de los artículos del periodista que consistía en correspondencia con un amigo que tenía en París. En esta conmemoración del segundo centenario de su nacimiento no solo se hace un recorrido por la vida de esta figura de la literatura, sino que se utiliza como una excelente guía para representar las circunstancias de la época en la que vivió a través de su obra.


La vida de Larra se condensa en tres salas dentro de la exposición. En ellas se pueden ver todo tipo de objetos personales del autor: contratos de domicilio, facturas, notas personales, cartas, etc. Todo esto acompañados sobre información bibliográfica sobre las paredes para entender su vida y la de sus amigos.

Por otro lado, podemos observar que dos de las salas aportan datos sobre su vida profesional: recortes de sus artículos, copias de los periódicos en los que trabajó, tales como El Correo de las Damas, El Observador, El Español y El Mundo, entre otros, y primeras ediciones de sus obras recopiladas.


De sus objetos personales es imponente ver el contenido de una vitrina situada en el centro de la primera sala. Dentro de esa jaula de cristal se encuentran las prendas vestidas por Mariano José de Larra el día 13 de Febrero de 1837, fecha de su muerte. La camisa beige junto al chaleco y los tirantes a juego y la levita de terciopelo azul marino, traen de vuelta ante los ojos de los visitantes la imagen del periodista el día que decidió acabar con su vida.


Dentro una de las salas con su obra periodística y literaria, un elemento destacado que se puede ver ampliado ocupando una inmensa pared es una copia de la primera plana del diario El Siglo. Ésta aparece prácticamente vacía. El encabezado en la parte superior y debajo un texto que explica el porqué de este hecho, aludiendo que es debido a la fuerte censura que iba a sufrir el periódico. Ante esto la opinión de Larra discrepaba bastante, él prefería seguir escribiendo aunque tuviese que usar críticas indirectas, con tal de dar a conocer sus ideas.


Larra, Fígaro, Ramón Arriala, El Duende Satírico del Día, El Pobrecito Hablador, L, cualquiera de los seudónimos (ésta información también ocupa un espacio y está presentada en la exposición) que utilizase como firma en sus textos o incluso la ausencia de ésta no importaba a la hora de plasmar su sarcasmo e ironía en sus obras, criticando lo que consideraba impropio de su sociedad y reclamando lo que debería tener lugar en ella.

El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando

no encuentra verdades que creer.